Una de las tiendas de Londres más extravagantes, donde puedes flipar con los deslumbrantes carteles luminosos. NO APTO PARA FOTOFÓBICOS.
¿Jugamos a las adivinanzas? Hay luces de neón por todos lados pero no es Las Vegas. Hay arte por las esquinas pero no es un museo. Hay fragmentos de películas pero no es un cine. Hay mogollón de cosas usadas pero no es un anticuario. Señoras y señores, esto es God’s Own Junkyard, una de las tiendas de Londres más extravagantes.


EN CASTELLANO POR FAVOR
En pleno barrio hípster de Walthamstow, en el noreste de Londres, está ubicado God’s Own Junkyard, en español sería algo así como el depósito de chatarra de Dios.
Y es que este lugar es como un almacén súper molón donde puedes encontrar carteles de club de striptease, atrezo de películas como Eyes Wide Shut o Capitán América, bolas de discoteca, carteles retro, bombillas de todas las formas y colores, artículos kitsch, antiguas fachadas de las tiendas de Londres, letreros de peep shows, un santuario a Jesús, un tiburón comiendo perros, bolas de purpurina de 250kg e incluso una Virgen María vestida de Chanel y Louis Vuitton. Ahí tienes para flipar durante horas.

Aunque además de mirar también puedes comprar o alquilar. God’s Own Junkyard es muchas cosas a la vez: tienda, galería de arte, escenario de postureo de Instagram, atrezo para rodajes y sesiones de fotos, distribuidor de señalización para empresas que quieran dar el cante y plan de domingo diferente. Ah bueno, también han montado su propia cafetería, The Rolling Scones. Todo en uno. Si eres una persona curiosa, el tiempo allí se te pasa volando, bicheando como hipnotizado por la tienda y elucubrando de donde viene el impresionante objeto luminoso que tienes delante de tus ojos. Y es que la historia de su creador es muy peculiar.

DEL STRIPTEASE AL ESTRELLATO
Chris Bracey, también apodado el hombre de neón por motivos más que obvios, empezó su carrera haciendo carteles para los clubs y burdeles del Soho. Los de Hollywood fliparon con su arte y le pillaron para hacer decoraciones para pelis de Tim Burton, Stanley Kubrick y Christopher Nolan. Así que decidió propulsar su arte creando una de las tiendas de Londres más brutales.

Cuando sus hijos Mathew y Marcus eran pequeños, les llevaba a los sex-shops del Soho para montar o reparar algún cartel luminoso. ¿Explotación infantil o aprendizaje lúdico? Parece que fue más lo segundo, porque logró transmitirles lo más difícil: una pasión. Ahora son ellos los que llevan su legado y estas piezas de arte hasta Hollywood y Las Vegas.

GENTE CON PASIÓN
Esto es la materialización de la frase de Confucio “busca un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida.” Hablar con estos hermanos es contagiarse de la emoción por este mundillo. Ellos lo sienten adictivo, inspirador y emocionante. Disfrutan realizando estas piezas tan únicas y viendo a la gente flipar tanto como ellos. Y al final eso es lo que les hace seguir teniendo tanto éxito.

LOS DATOS MÁS CURIOSOS DEL LUGAR
- En esta tienda de Londres hay más de 1000 carteles de neón. Y esto tan solo es el 10% de todos los que tienen en la realidad.
- Con tanta luz imagínate la factura. Se gastan unas 3000 libras al mes.
- Si a ti te apetece echarle una foto para subirla a tus redes sociales, imagínate a las empresas de moda que son las reinas del postureo. Hasta Vogue ha hecho sesiones de fotos allí.

¿QUÉ NECESITO SABER?
- Puedes entrar gratis. Pero si quieres apoyar al negocio familiar sin dejarte una pasta en un neón, siempre puedes pillar algo baratillo en la tienda de regalos o tomarte algo en su cafetería.
- No puedes hacer fotos con una cámara reflex sin que te hayan dado permiso previamente los dueños.Puedes alquilar el almacén para sesiones de fotos.
- Échale un ojo a su página web.
- Si quieres saber más sobre la historia del creador de God’s Own Junkyard, su hijo Mathew ha publicado la biografía de su padre en el libro “Steel Dogs”.
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