EN ESTE CEMENTERIO DE COCHES LA NATURALEZA HA CRECIDO ENTRE CIENTOS DE VEHÍCULOS ANTIGUOS, CONVIRTIÉNDOSE EN UN LUGAR INSPIRADOR.
¿A dónde fueron a parar los coches abandonados por los militares americanos tras la Segunda Guerra Mundial? Pues quizá a un cementerio de coches en medio de un bosque sueco. O quizá no…

EN CASTELLANO POR FAVOR
En Värmland, una región al norte de Estocolmo, en Suecia, hay un lugar de lo más misterioso. Entre la frondosa vegetación hay cientos de coches de los años 40 a 60 que parecen como tragados por la naturaleza. Pero literal, porque están cubiertos de musgo y de algunos de ellos crecen árboles. Se calcula que habrá entre 700 y 100 vehículos en el cementerio de coches de Båstnäs.

Es una especie de relicario automovilístico fantasma que hará flipar a todo aquel que le fascinen los coches. Es más, aquí vienen todo tipo de artistas y fotógrafos a inspirarse contemplando esta maravilla. Pero ojo cuidado, porque amenazan de muerte a aquellos que no respeten las reliquias. Aquí no se andan con tonterías…

«Este cementerio de coches es propiedad privada. Puedes mirar y hacer fotos, pero NO te lleves las piezas. No destruyas ni perturbes de ningún modo este lugar. Si abres la puerta de un coche, por favor, vuelve a cerrarla para que el siguiente visitante tenga la misma experiencia que tú. Para tu información: ¡después de unos 30 robos este año estoy harto! He hecho trampas en los edificios, así que si te haces daño o mueres, ¡NO ME IMPORTA! Recuerda que en este lugar nadie puede oírte gritar…»
Dueño del cementerio de coches.

Hay una leyenda que dice que estos coches son los que dejaron los militares estadounidenses al finalizar la guerra. No se ha confirmado, así que puede ser totalmente mentira, quién sabe…

UN DESGUACE ABANDONADO
Lo que sí que es cierto es que esto era un desguace llevado a cabo por dos hermanos que, tras salir de la cárcel en los años 50, empezaron a recoger coches viejos abandonados, la mayoría de Escandinavia y Europa. Los hermanos vendían las piezas de estos coches a personas que no se podían permitir comprar coches nuevos, que eran la grandísima mayoría porque eran carísimos.
El negocio iba bien, pero la naturaleza empezó a ir cogiendo cada vez más terreno. Hubo un momento en que debían parecer más jardineros que mecánicos. Así que a finales de los 80 tuvieron que cerrar el negocio y, los que aquí quedan, son los coches que no se lograron vender. Antes los coches ocupaban tres veces el espacio que ocupan en la actualidad. Imagínate cómo sería…

A estas alturas, las piezas ya deberían haberse reciclado. Pero a la gente del lugar le fascina tanto este cementerio de coches que han conseguido que el gobierno, preocupado por la situación medioambiental de la zona, no lo cierre. ¿Arte o insensatez? Qué delgada línea…
¿QUÉ NECESITO SABER?
- No hay manera de llegar en transporte público, así que recomendamos que vayas en coche.
- Aquí tienes la dirección.
- Y por favor, respeta las normas, no queremos que acabes herido por una trampa. Si es que las hay realmente…
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