EL SOBRECOGEDOR PUEBLO FANTASMA DE LA RUTA 66 QUE TE LLEVARÁ DE VUELTA AL PASADO.
Cuando pensamos en los paisajes de la América profunda, suelen ser de esos que están estancados en el tiempo. En plan pueblos rurales agrícolas cuya vegetación se ha ido comiendo las casas. Esas casas que se erguían imponentes y llenas de vida, ahora yacen dejadas de la mano de Dios. Gente campechana pero muy suya, con esas camisas de cuadros tan chulas que los hípster se adueñaron hace unos años cuando la palabra hípster estaba de moda… Y comercios simples pero funcionales. Si quieres llenarte de esa nostalgia envuelto en un aura de misterio pásate por Texola, un inquietante pueblo fantasma de la Ruta 66.


EN CASTELLANO POR FAVOR
Texola es un pueblo fantasma de estos que te cruzas recorriendo la histórica Ruta 66, justo en la frontera de Oklahoma con Texas. De ahí su nombre, aunque en el brainstorming también jugaron con los nombres de Texokla y Texoma (espectacular juego de palabras digno de Homer Simpson con su Tomacco).

Pasear por allí es sobrecogedor. El pueblo es chiquitito y casi todo lo que ves tiene una capa de polvo y telarañas por doquier. Aún se pueden distinguir la estación de servicio Magnolia Service Station y la cárcel, que tiene más pinta de calabozo. En un pueblo tan chico tampoco es que pasaran demasiadas cosas, por lo que la cárcel era el lugar donde los sheriff llevaban a los borrachos y desordenados.


Las grandes casas típicas de campo que tan esplendorosas se ven en las películas tienen un aura de misterio de lo más estremecedor. Te puedes colar en ellas y andar entre los muebles destartalados que aún quedan. Es como si algo trágico hubiese sucedido y los habitantes hubiesen huido de allí. Algunas fotografías antiguas en el suelo, peluches comidos por el tiempo, espejos rotos, vajillas inutilizadas, escaleras chirriantes, estanterías vacías, libros destrozados, ventanas con los cristales en el suelo… Avanzas con una mezcla de curiosidad y canguelo que te hace trasladarte a otra época.
Pero lo que ahora es polvo y ruinas, antes fue otra cosa.

LOS AÑOS DORADOS
Texola se fundó en 1901, tampoco hace tanto. Los habitantes eran texanos y oklahomenses. Y oye, estar en plena Ruta 66 era una ubicación privilegiada. Como sabrás, la Ruta 66 era la carretera principal que cruzaba horizontalmente parte de los Estados Unidos. Por lo que te puedes imaginar lo concurrida que estaba, llenando de vida a todos los pueblos por los que “the Mother Road” cruzaba. En esa época dorada, Texola llegó a tener 581 residentes. Pequeñito pero coqueto.
Según iban pasando las décadas, se iba yendo la gente del pueblo. Y no por la creencia de que “hay más oportunidades en la gran ciudad”. Sino que la zona rural se vio envuelta en una sequía descomunal que provocaba unas tormentas de polvo algo incómodas la verdad. Además, iba siendo necesario una red de carreteras más seguras, por lo que la llegada de la autopista disminuyó el tránsito de coches por el pueblo y al mismo tiempo sus ingresos.

PURA NOSTALGIA
No conocimos personalmente cómo fue Texola en sus años mozos. Pero la Texola de ahora tiene un encanto tan especial que si te haces la Ruta 66 (si te molan los viajes en coche tienes que hacerla, es sencillamente brutal) y quieres flipar acércate a este pequeño pueblo fantasma. Los viajes en el tiempo son posibles.
¿QUÉ NECESITO SABER?
- Texola es un sitio de paso. Es muy guay, pero tampoco te plantees quedarte allí a dormir.
Muchas gracias por tu articulo. Un cordial saludo.
Nos alegra que te flipe ?