LA FUNDACIÓN SALVADOR MOLLÀ ES UN BARCO DE ARTE LLENO DE EXPERIENCIAS INSPIRADORAS HECHAS PARA QUE TE ESTALLEN TODOS LOS SENTIDOS.
En medio de un barranco rodeado de gallinas, patos y gansos, hay un barco que sorprende a cualquiera que pasa por ahí. Y no porque esté fuera del mar, sino porque es el barco de arte cuyos grumetes son de lo más interesantes…

EN CASTELLANO POR FAVOR
En Ontinyent, Valencia, está la originalísima Fundación Salvador Mollà. Lo de original lo ves a primera vista, porque la fachada está llena de gigantes piezas de colores y tamaños distintos: tuberías y placas metálicas enormes, botones, trozos de tela, cuerdas… No sabes muy bien qué estás mirando, pero aquella decoración te deja totalmente embelesado.

¿Y qué hay dentro del barco del arte? Pues un museo con diferentes salas de exposiciones e instalaciones temporales, tanto del dueño del barco – Salvador Mollà – como de otros artistas. Aquí tú no buscas a la musa, sino que ella misma se aparece enfrente de ti. Y hombre, ya que estás tan inspirado, lo suyo es que te pongas tú también a crear, ¿o no? Por eso hay un taller de cerámica, para que los visitantes puedan expresarse libremente. Puedes hasta fundir vidrio. Todo esto no lo obtienes al momento, claro está. Pero puedes ir a recoger tus piezas una semana después de que pasen por el horno.
Si a ti lo de ser tan creativo como que te abre el apetito, no te preocupes, porque para finalizar la experiencia en el barco de arte tienes una degustación de varios productos de la zona. Para morir del gusto vamos…


LA ORILLA DEL ARTE
Esto realmente era una antigua fábrica de hilo que Salvador compró y transformó en un espacio de arte moderno donde combina alegremente la tradición con la modernidad. La mayoría de los materiales que ha utilizado son reciclados, aunque se nota que la cerámica es su perdición.


Salvador llama a su creación la “riba d’art”, o la orilla del arte. Y es que, aunque el barco sea lo que más llama la atención, tienes que estar atento porque hay muchos detalles que descubrir. Como objetos pequeñitos escondidos por sus figuras, o un ejército de esculturas perdido por el jardín, o un santuario hecho de retretes, o un coche decorado de azulejos…
Y bueno, si tienes suerte puedes pillar uno de los conciertos, recitales de poesía o performances que hacen en la cubierta del barco del arte. Ya lo que le faltaba para coronar esta artística experiencia.

¿QUÉ NECESITO SABER?
- La experiencia dura unas 3 horas y cuesta unos 100€.
- Se reserva a través de Airbnb.
- Tienes más info del barco del arte en su web o también puedes contactarles por email fundacio@salvadormolla.com
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