THE BACK ROOM ES UN AUTÉNTICO BAR CLANDESTINO DE NUEVA YORK QUE TE HARÁ VIAJAR A LOS AÑOS 20. SIGUE TENIENDO LA MISMA ENTRADA SECRETA QUE HACE 100 AÑOS.
Corrían los llamados “Felices Años Veinte” en Nueva York, una ciudad que por aquel entonces era un poco chunga. El esplendor de la época le dio sus primeros rascacielos y un buen lavado de cara. Las calles se llenaron de los sombreros y flecos que decoraban a los neoyorquinos. Se respiraba una sensación libertad de después de la guerra. Hasta que llegó la famosa Ley Seca que prohibía producir, vender, transportar o importar alcohol en Estados Unidos. Pero bueno, todos sabemos que hecha la ley hecha la trampa. Y así surgió este espectacular bar clandestino de Nueva York.

EN CASTELLANO POR FAVOR
The Back Room es uno de los dos únicos bares clandestinos de Nueva York que realmente existieron durante la Ley Seca. Ahora hay mogollón de bares que se autodenominan así y son muy molones, pero no son de la época. ¿O acaso entre sus paredes han estado actores de teatro y cine de los “locos años 20” como lo hicieron en The Back Room? ¿O se han producido reuniones de negocios entre gánsteres como Lucky Luciano o Bugsy Siegel? No, ¿verdad? Pues eso.

¿CÓMO COJONES ENTRO?
Desde el primer momento que te acercas a The Back Room te sientes como un delincuente. ¿Por qué? Pues porque como entenderás el bar no se ve desde la calle ni tiene un cartel de neón que indique la entrada, que sigue bien escondida.
Tienes que ir al 102 Norfolk Street, en el Lower East Side. Allí te cuelas por una especie de pasadizo entre dos edificios, bajas por unas escaleras, llegas a un pequeño patio de basuras y piensas “¿Dónde cojones estoy? Me he debido de equivocar”. Pero no, vas bien. ¿Ves un cartel de “Company Lower Manhattan Toy”? Pues sube las escaleras, empuja una misteriosa puerta de madera et voilá, ¡bienvenido a los años 20!

El salón con su luz tenue es espectacular. Y oye la decoración está prácticamente intacta. Hay gigantescas lámparas de araña que cuelgan del techo, sofás de terciopelo, una chimenea, alfombras, cuadros y los espejos originales tras la barra del bar. Detrás de una de las librerías hay una habitación secreta. Y detrás de otra una salida oculta, para huir por patas si había una redada, que las había. Ah y no, la gente no está tomando té, es que las bebidas alcohólicas las servían en tazas de té y café para disimular y han decidido continuar con la tradición.


CLANDESTINO PERO NO MUCHO
Este precioso bar clandestino de Nueva York ya no es tan secreto. Se ha convertido en un clásico y ahora es conocido por muchos. Eso sí, han cambiado a los gánsteres por algunas celebrities como Adele, Paul McCartney, Martha Stewart, Robert Plant, U2 o Pearl Jam. Pero lo guay de todo esto es que el ambiente es el mismo que hace 100 años. Es como si no hubiese pasado el tiempo…

¿QUÉ NECESITO SABER?
- Si quieres estar más tranquilo ve entre semana. Además, los viernes y sábados tienes que tener más de 25 años para entrar.
- A veces hay un portero de discoteca en la entrada del callejón. Y a veces no.
- En su página web publican una contraseña semanal para entrar, pero no la suelen pedir.
- No hay dress code, pero la gente se arregla un poquito.
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