MOGARRAZ ES UN PRECIOSO PUEBLO DE SALAMANCA CUYAS FACHADAS ESTÁN LLENAS DE RETRATOS DE SUS VECINOS EN LOS AÑOS 60.
¿Quieres viajar al pasado? Tranquilo, sin efecto mariposa ni cambios extraños en el espacio tiempo. En España hay un pueblecito salmantino que mantiene todas las costumbres y tradiciones de antaño. Por no hablar de las caras de sus vecinos pintadas en las fachadas. ¿Conoces Mogarraz?

EN CASTELLANO POR FAVOR
Mogarraz es un pueblo de las montañas, a 80km al sur de Salamanca. Va presumiendo por ahí de ser uno de los pueblos más bonitos de España. Y razón no le falta.
Y es que Mogarraz es conocido porque en sus fachadas están pintadas las caras de sus vecinos en los años 60. Sí sí, en todas las fachadas, hasta en las de la iglesia. Si te resulta curioso esto, vas a flipar con el por qué.

Resulta que en 1967 los 800 vecinos de Mogarraz tuvieron que pasar por el fotógrafo del pueblo para renovarse o hacerse el DNI. Años después, la viuda del fotógrafo encuentra los negativos de estas fotos y se lo comenta a uno de los vecinos, Florencio Maíllo. Éste decidió pintarlos en secreto, utilizando chapa metálica reciclada y pigmentos naturales con ceras de abeja, para que la pintura se mantuviese bien en el exterior. A ver, el tío tenía la carrera de Bellas Artes así que algo de idea tenía.
En 2012 tenía a todos listos y los colocó en las fachadas de sus respectivos hogares, para la sorpresa de los habitantes de Mogarraz. La repercusión fue tal que aparecieron hasta en los telediarios y todo.

VIAJE AL PASADO
Debido a su ubicación en las montañas, Mogarraz ha estado bastante aislado y, por lo tanto, protegido. Por eso esta villa medieval, reconstruida por los galos en el siglo XI, se ha mantenido intacta y ha logrado conservar sus tradiciones folclóricas, religiosas y culturales. Es más, su joyería, sus trajes tradicionales y sus bordados serranos son bien conocidos a nivel mundial. ¿Ahora entiendes por qué decíamos que es un viaje al pasado? Pocos lugares quedan así, por lo que ojalá mantengan su magia durante muchos años más y no planten un Starbucks en la plaza.

Es una experiencia que te hace recorrer este lugar como si fuese una galería de arte callejera. Es imposible no pararte frente a uno de los retratos sin imaginarte la vida que llevaba esa persona en aquel momento. Y oye, si tienes suerte alguno de los vecinos te la puede contar y todo.
Florencio sigue pintando a algunos vecinos que se lo piden, aunque ya ha conseguido lo que quería, que su pueblo natal sea reconocido por el arte que emana desde hace tantos años.

¿QUÉ NECESITO SABER?
- Está a una hora y pico en coche de Salamanca capital, por lo que la excursión de un día es más que posible.
- Si eres más aventurero, aprovecha para hacerte una ruta por la Sierra de Francia. Que no está en Francia, es tan solo el nombre. ¿No te habíamos dicho ya que la zona la reconstruyeron los galos?
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