EN EL HOTEL MÁS RARO DE BERLÍN PUEDES DORMIR EN LUGARES INIMAGINABLES. PREPÁRATE PARA UNA EXPERIENCIA DE OTRO MUNDO.
¿Cuál es el lugar más extraño donde has dormido? Nosotras hemos pasado varias noches en el coche (consejo de expertas: el mejor lugar es el del copiloto, a no ser que el maletero sea gigante), en un soportal en Nueva York, en un autobús escolar reformado, en tiendas de campaña improvisadas e incluso en una hamaca en medio de la selva Amazónica. Pero jamás se nos pasó por la cabeza que hubiese un lugar tan extraño como este para dormir. Get ready, te presentamos el hotel más raro de Berlín: Propeller Island City.

EN CASTELLANO POR FAVOR
Entre los hoteles más poco convencionales del mundo, hoy estamos flipando muy mucho con este raro hotel de Berlín. Nada de lo que veas aquí es normal. No esperes los clásicos servicios de un hotel al uso como la tele, el teléfono o el servicio de habitaciones.
Su recepción es tan colorida que hasta un daltónico fliparía, el comedor parece un jardín tropical, cuenta con su propio museo y a algunas habitaciones se llega a través de entradas secretas. Y para que flipes un poquito fuerte, te desvelamos algunas de sus 45 excéntricas habitaciones.

En la habitación familiar “Two Lions” hay dos jaulas donde poder encerrar a los más pesados o guerreros de la familia.

La habitación más sexy es la “Mirror Room”. Como te puedes imaginar es una habitación con espejos, pero estos son 360 grados. No hace falta que expliquemos por qué es una de las más solicitadas 😉

La más creepy es la “Gruft”, con dos ataúdes donde dormir y una especie de laberinto en el subsuelo. Según los recepcionistas algunos huéspedes se han llegado a traer hasta ajos. Esperemos que dejen las estacas en casa.

En la habitación “Upside Down” no te vas a encontrar al Demogorgon de Stranger Things, no te rayes. O sí, porque hay dos camas colgadas del techo. Si tienes tendencias sonámbulas o padeces de acrofobia quizá sería mejor que eligieses otro cuarto donde pasar la noche.

Otras habitaciones peculiares son la “Grandma’s” (que te llevará a una nostalgia extraña gracias a sus tonos marrones y estampados vintage), la “Space Cube” (donde hay una barrera que puede separar las camas si no quieres hacer la cucharita esa noche), la habitación granero, otra que simula una prisión con un agujero en la pared y todo, un cementerio, una excavación… En este hotel de Berlín parece como si hubieses entrado en otro planeta.



WHO THE FUCK IS THAT GUY?
El artista alemán Lars Stroschen es quien creó todo esto y un poco por casualidad. Desde que era pequeño le flipaba la pintura, el diseño y la construcción de muebles. Metido en este artístico mundo, le dio por crear su propio sello musical, llamado Propeller Island. Necesitaba pasta para financiar sus producciones, así que decidió hacer una especie de pensión para sacarse un dinerillo extra. Y como tenía mogollón de muebles creados por él mismo, pensó que estos eran excelentes para decorar las habitaciones de una forma peculiar.
Oye, el éxito fue tal que había hasta lista de espera. Así que compró los pisos de su edificio que iban quedando libres y creó un verdadero hotel. No hay dos habitaciones ni dos muebles iguales, todo está realizado a mano y es único.
Resulta que el arte es habitable señores, un verdadero peligro para los que tienen el síndrome de Stendhal.

BIENVENIDOS A LA REVOLUCIÓN CREATIVA
Como verás, no es un hotel apto para cualquiera. Pero si te mola que te sorprendan, las nuevas experiencias, eres curioso, careces de prejuicios y entiendes que el arte puede materializarse de muchas formas, bueno… ¡vas a flipar muy fuerte aquí!

¿QUÉ NECESITO SABER?
- Puedes cambiarte cada noche de habitación por un precio extra. A partir de la cuarta noche el cambio de habitación es gratis.
- Échale un ojo a las habitaciones en su web.
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