VER PELIS DESDE UNA AUTOCARAVANA EN THE VINTAGE MOBILE CINEMA, UN CINE MÓVIL CLÁSICO QUE SIGUE TRIUNFANDO.
Esta es la historia de uno de los coches que podría haber formado parte del elenco de la película Cars de Disney. Una caravana de cine. Y no es que ella aparezca en las pelis, sino que más bien es la que lleva las pelis a otros sitios. Señoras y señores, sin más dilación les presentamos a la inigualable, la extraordinaria, la sensacional… (redoble de tambores por favor): AUDREY!! (Aplausos, se cierra el telón).

EN CASTELLANO POR FAVOR
The Vintage Mobile Cinema (Audrey para los amigos) es otra forma más de ver cine. Es un concepto dinámico, cuyo objetivo es llevar el cine a cualquier lugar. Consiste básicamente en una caravana con asientos de cine y un proyector. Y como tiene ruedas, se mueve. Duh! Este cine móvil Expandiendo la cultura y el cine, esta furgoneta ha recorrido la zona rural del sur de Inglaterra en un viaje lleno de experiencias y de auto-enriquecimiento.

Además, Audrey ha ayudado a cineastas independientes a que tengan un lugar para proyectar sus creaciones. Bueno, más que un lugar son muchos, ya que se realiza una gira de eventos por todo el país. La versión hípster molona de una alfombra roja.



Nadie puede negar que Audrey mola todo. Su estilo sesentero es brutal, rollo furgoneta Volkswagen T2 o furgo hippy. Pero lo más curioso es que su claraboya, esa especie de corona de cristal que hace que se distinga desde lejos, era el lugar donde se escondía el proyeccionista antiguamente. ¿Cómo que antiguamente? Resulta que Audrey es una de las 7 furgonetas que utilizó el Gobierno Británico en los años 60 para aumentar la productividad de las empresas.

HAN PASADO 84 AÑOS
En realidad han pasado más bien sesenta años, pero el título molaba tal y como lo decía Rose en Titanic. En los años 60 Reino Unido, que había sido un grande, se vio envuelto en las penurias de la posguerra y veía cómo Estados Unidos iba afianzando su posición como líder. Una de sus estrategias más creativas fue crear una flota de autobuses-cine para difundir mensajes gubernamentales. Habría molado mucho estar en ese brainstorming.

Este modelo de cine móvil debía recorrer el país de empresa en empresa proyectando nuevas técnicas de producción (véase aquí la campaña del proyecto). Ser ingeniero mola, pero todavía más para la economía. Lamentablemente estas formaciones móviles no tuvieron mucho éxito, así que quince años después el gobierno se deshizo de los autobuses.

AVE FÉNIX
En 2005 una pareja británica escuchó de la existencia de una furgoneta descuajeringada en medio de un campo en Essex. Aún con el motor roto y sin caja de cambios, la compraron y empezaron a restaurarla. Les costó muchas horas de curro y muchas libras invertidas, pero cinco años después Audrey consiguió volver a ver la luz y salió a la carretera. Esta vez con una misión distinta, asistir a festivales y eventos por todo el país.


Esta es la Audrey que conocemos, la fantástica caravana vintage que ha llevado el cine a lugares recónditos. Sin embargo ha cambiado de dueños. Aquella pareja británica que tantos sacrificios habían hecho para resucitarla no pudo continuar con el proyecto. En 2015 la compró por Ebay el empresario Ben Moorhouse, quien la está restaurando en un espacio para eventos con un bar, todo inspirado en los años 30 y 60. ¿Su objetivo? Seguir difundiendo el cine allá por donde vaya. Misma finalidad, distinta ruta. Como todo en esta vida, a Roma se llega desde diferentes caminos. Y la mayor parte de las veces es más fascinante el trayecto que llegar al destino.

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