EL MUSEO DE MINIATURAS DE GUADALAJARA NO SOLO TIENE MINÚSCULAS PIEZAS TALLADAS EN ALFILERES, SINO TAMBIÉN CABEZAS REDUCIDAS.
Jamás te habrías imaginado que el museo de miniaturas más espectacular del mundo está en Guadalajara, ¿verdad? Pues sí, ¡flipa!

EN CASTELLANO POR FAVOR
En la planta baja del Convento de los Franciscanos del pueblo de Brihuega, en Guadalajara, hay una grandísima colección de curiosidades. Y es que el Museo de Miniaturas del Profesor Max es un lugar tan extraño como extraordinario. ¿Pero por qué?

Bueno, pues para empezar porque tiene dos cabezas empequeñecidas de un hombre y una mujer, tan espeluznantes como cautivadoras. Su piel curtida, el bigote de él, los labios cosidos, los ojos cerrados y el canoso pelo revuelto dan la sensación de que fueron personas reales en algún momento.

¿Qué más hay? La última cena retratada en un grano de arroz, una pajarita de papel microscópica hecha por Miguel de Unamuno, una batalla con 36 aviones y 12 barcos pintada en la cabeza de un alfiler, una bailarina tallada en el extremo de un palillo, casas de muñecas súper pequeñitas pero con todo lujo de detalle, libros manuscritos como “Sherlock Holmes” y “Alicia en el País de las Maravillas” más pequeños que la palma de tu mano… Y así hasta 3.000 piezas tan minúsculas como increíbles. Algunas de ellas han logrado el récord Guiness por su tamaño.
Si esto te resulta alucinante, vas a flipar con el tío que lo creó.

WHO THE FUCK IS PROFESOR MAX?
El Profesor Max era un vecino de Brihuega, allá por el año 1913. No era ni profesor, ni se llamaba Max. En realidad se llamaba Juan Elegido Millán, pero vamos a continuar con la magia llamándole por su nombre artístico.

El Profesor Max era hijo de un médico, del cual aprendió la hipnosis clínica, un proceso por el cual se hipnotizaba a los pacientes durante las operaciones para que no sufriesen tanto. Max quiso continuar la profesión de su padre, pero poco después de empezar a estudiar la carrera de medicina estalló la Guerra Civil y sus planes cambiaron.
En un giro de los acontecimientos, explotó los aprendizajes de su padre. Los de medicina no, los de hipnosis. Y así empezó el legado del profesor Max, uno de los hipnotizadores más grandes del siglo pasado.

Era un gran aventurero y viajó por todo el mundo. Pasó cinco años en África y recorrió Latinoamérica. Si ahora es una pasada, en aquel momento aquello era una auténtica hazaña. Estuvo fuera de España desde los 40 hasta los 70, cuando volvió a España con su tremenda colección de objetos en miniatura que fue recopilando de cada uno de los lugares por donde pasó. Los coleccionaba tan pequeñitos para que le cupiesen en la maleta.

Con sus 35.000 piezas de coleccionista fue a Málaga a ver a un amigo suyo, que le insistió en que hiciese una exhibición con todo aquello. El tío era el fundador de la cadena hotelera Meliá, por lo que algo de negocios parecía saber.
Más de un siglo después continúa la exhibición del Profesor Max, pero en su pueblo natal. Como te puedes imaginar, el museo de miniaturas de Guadalajara es uno de los lugares más fascinantes que puedes visitar.

¿QUÉ NECESITO SABER?
- Aquí tienes la ubicación.
- Está a una horita en coche desde Madrid, por lo que el museo de miniaturas de Guadalajara es una excursión fantástica para hacer en un día.
- Ya que vas por la zona aprovecha para visitar los campos de lavanda, ¡son preciosos!
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